Aguadilla…the perfect location!

Did you know that the plaza of Aguadilla is the closest one to the ocean in the entire Island? So that means that of all the 78 cities of Puerto Rico, the Indian Taínos considered Aguadilla to has a perfect geography. It is a rustic town with only a few commercial atractions. However, its charming nature is the best attraction the town has to offer. It is like nature bringing heaven and earth together in this village. Located in the Western Coastal Plains, the bay is bordered by the Atlantic Ocean. As the mountains crowned the bay, the Taínos were able to spot their enemies at a distance.


The small town actual population has increased approximately 5% within the last year, with over 11,000 people living in Aguadilla. Since hurricane María, the enchanting village has become very popular because:


It has the second largest international airport of the Island, and the longest runway in the Caribbean region; which is named after a native and classic composer, Rafael Hernández. Cheap direct flights leaving from Florida and New York keep Aguadilla airport busy.

Crashboat byJerry Valentín
Crashboat Beach by Jerry Valentín


Established in 1948, Ramey Air Force Base was selected among 42 places that were considered by US Army for possible air base sites. Because of its strategic location, it was decided that Punta Borinquen was the best place for a major air base until it was closed in January 1974.

Crashboat Beach by. Jerry Valentín


Crashboat Beach is considered one of the 10 most popular beaches of Puerto Rico.
The town shelters some of the most beautiful and exclusive beaches of the Island for surfing.


Surrounded by crystal blue waters, Paseo Real Marina provides the most romantic walks during sunset. In addition, there are different types of restaurants with a turquoise sea panorama, vendors with handmade art, bars, chinchorros, live music, and more.

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La leyenda del coquí

Maravillados ante tanta hermosura, los indígenas llamaron la isla, Borinkén. Siglos después, la cultura taína evolucionó; así como el sapito boricua, a quién ellos llamaron coquí. Mientras el jibarito puertorriqueño vigorosamente cultivaba sus fértiles campos; los nativos marineros navegaban su amada perla del Mar Caribe. Una corriente gloriosa fluía entre aquel edén tropical; serenándolos el típico sonido del coquí. ¿Sabías que este sapito se muere de la tristeza si alguien lo remueve de su adorada isla? 

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Esta leyenda que les voy a contar sucedió en un remoto tiempo cuando los indios taínos predominaron en La Isla del Encanto’. Al descubrir el paraíso, ellos se compenetraron instantáneamente con la madre naturaleza. Fascinados, los taínos notaron que diminutos sapos resplandecían a través de la isla. Fue entonces cuando estas mágicas criaturitas les enseñaron su milagroso lenguaje. Ellos le revelaron a los primitivos indígenos poderosos secretos que definen la esencia de haber nacido aquí. Los taínos presenciaron cuando las ranitas musicales impregnaron un bálsamo sagrado en la consciencia boricua. Con los años, el eco de sus cantos comenzó a distinguirse como un mantra que susurra dulces sueños. Estos pequeñitos anfibios han simbolizado la pureza ambiental porque viven entre el agua y la tierra. ¿Sabías que los taínos descubrieron una sabiduría cósmica en los potentes ojos de los sapitos? ¿Y que estas ranitas eran capaces de alarmarlos sobre amenazas atmosféricas? 

Los taínos descubrieron que el oro abundaba en nuestras tierras. Mientras ellos dormían en sus hamacas, bajo la luz de las estrellas; el canto del coquí deleitaba sus sueños. La opulencia resaltaba no solo en la madre naturaleza; también en el fondo de nuestros mares que escondían valiosísimos tesoros. Y aunque lluevan los lamentos decretando que las cosas cada vez se ponen peor en Puerto Rico; aquí el canto del coquí nos recuerda que somos muy afortunados al haber nacido en una isla con tanta abundancia.

¿Viste como María arrasó con la isla enterita? ¿Recuerdas cuando su manto negro cubrió al pequeño archipiélago? Pero a pesar de aquella absoluta oscuridad; el alma puertorriqueña brilló con más intensidad que nunca. ¿Tú crees que nos importa cuántas veces nos caemos? Al cabo, ¡siempre nos levantamos! ¿Acaso te has preguntado por qué somos tan resilientes? Pues dice la leyenda que además del canto del coquí brindarle serenidad a la noche; un bálsamo sagrado se desborda en el corazón de cada puertorriqueño.

The Best Delirium of my Life

I came to the Island of Enchantment at the end of May of this year to stay this time for good. As I aimed for a radical change in my life, I got rid of all my belongings in Atlanta where I lived for almost three decades. I only brought with me my personal things, and I started here from zero.

By Jerry Valentín

It hasn’t being easy getting used to my new life. A big piece of my heart stayed with the people I love. When I compare my native town, Aguadilla with Atlanta, sometimes I feel I am living in a third world country. However, a progressive town like Atlanta has never overwhelmed me like the magic that resides in the Island of Enchantment.

Besides the government imposing an absurd bureaucracy, its limitations and the devastating effects of hurricane María that are still shaking our economy, I realize there is not another place like Puerto Rico in this world.

It is such a pleasure to hear my people speak with the silvery singing of the puertorrican accent. As I observe them express with their hands the music that emanates from their joyful bodies, I get sucked in by their vibrant energy.

When I listen typical phrases, such as “ay bendito”, “mija” “válgame Dios”, and Spanglish words like “janguear” and “parisear”, I enjoy the gleeful rhyme that highlights our tongue. The hospitality of the puertorrican complements the generosity of the Taíno Indians, inspiring me to give my best.

After hurricane María, puertorricans united their hearts to offer comfort and support to those who needed it. Submerged in total darkness that covered the country, the shinning light of their spirits intensified the brightness of the stars.

Some people claim this island is not safe because of the high level of crime. Others plead that puertorricans are lazy and opportunists. And now, our government has lost its credibility upon the eyes of the world. ¿What is going to happen to us? I hear some people cry out with worry in their eyes.

by Jerry Valentín
by Jerry Valentín

Regardless of the political corruption that haunts us, the integrity and the humanity of puertorricans should never be doubted. While some people see danger and crookedness, I can travel the entire world knowing I will never feel in any other place what I feel in my homeland.

I was born here, and I hope to die here when the time comes. As I stand in my beloved land, embraced by its magic that vibrates with the stars. Each day I will rise up with a grateful heart for my precious island. I will give thanks a thousand times for its refreshing breeze cherished by the ocean waves. I will also thank Mother Earth for the miraculous recovery after hurricane María. For the glorious songs of the birds, happily flying among the branches. For the wonderful preludes the coquís compose after a rain shower. For the heavenly sunsets, sometimes gifting us bewitching rainbows. And when someone dares to tell me I am crazy for wanting to live in Puerto Rico, I will declare with all my heart that this is the best delirium of my life!

El mejor delirio de mi vida

Llegué a finales de mayo de este año a la Isla del Encanto para esta vez quedarme. Quise un cambio radical en mi vida, y así lo hice.  Me desprendí de mis pertenencias en Atlanta donde residí por casi tres décadas. Solamente me traje conmigo lo esencial, y empecé desde cero. 

By Jerry Valentín

Ajustarme me ha costado. Una parte de mi corazón se quedó con mis seres queridos que residen allá. Al comparar a mi pueblo natal, Aguadilla con Atlanta, a veces siento que estoy en un tercer mundo. Sin embargo, una ciudad tan progresista como Atlanta nunca me embriagó de la magia que reina en la Isla del Encanto.

Aún con su burocracia absurda que el gobierno nos ha impuesto, sus limitaciones y los devastadores efectos del huracán María, sintiéndose todavía en nuestra economía, reconozco que como Puerto Rico no hay otro lugar en este mundo.

By Jerry Valentín

Permitirle a mi lengua que converse todo el tiempo con el sonoro canto del puertorriqueño es un deleite. Observar como todos expresan con sus manos la música que emana de sus alegres cuerpos, me contagia del mismo júbilo.

Las típicas expresiones como “ay bendito’, “mija”, “válgame Dios”, y las palabras en Spanglish como “janguear” y “parisear”, decoran con un ritmo divino el parloteo boricua. Al palpar la hospitalidad de mi gente conforme a la bondad de los indios Taínos, una fuerza interior me inspira a dar lo mejor de mí.

Después del huracán María, los puertorriqueños unieron sus corazones para brindar apoyo y consuelo a los necesitados. Sumergidos en una oscuridad total que abarcó al país, la luz de sus espíritus se compenetró con el brillo de las estrellas.

by Jerry Valentín

Hay quienes dicen que esta isla no es segura por el alto nivel de crimen. Otros alegan que el puertorriqueño es un vago y un oportunista. Y ahora, nuestro gobierno ha perdido su credibilidad ante los ojos del mundo. ¿Qué será de nosotros? Oigo exclamar a algunos con desdicha en sus miradas.

A pesar de la corrupción política que nos mancha, el peligro que algunos insisten en ver en la isla, y la fama de perezosos que nos señala; podré darle la vuelta al mundo, y nunca sentiré en ningún lugar lo que siento en mi patria.

Aquí nací, y aquí espero morir cuando llegue mi momento. Pisando mi tierra sagrada, y envuelta entre su magia que vibra en sus estrellas. Cada día amaneceré con un corazón agradecido por mi isla bendita. Daré las gracias mil veces por su madre naturaleza que milagrosamente se recuperó de María en tan corto tiempo. Por la brisa refrescante que se entrelaza con el roce de las olas del mar. Por el continuo canto glorioso de las aves risueñas, columpiándose jubilosamente entre las ramas.  Por los hipnóticos preludios que los coquíes componen después de un aguacero. Por los utópicos atardeceres, obsequiándonos a veces arco iris hechizantes. Y cuando alguien me quiera alegar que vivir en Puerto Rico es una locura, declararé con orgullo que este es el mejor delirio de mi vida.

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El Nuevo Borinkén

by Jose Ortiz
by Jose Ortiz

by Jose Ortiz

by Jose Ortiz

En la madrugada del 20 de septiembre del 2017, Atabey, nombre Taíno para nuestra madre naturaleza comenzó a azotar a Puerto Rico con unos vientos feroces, arrasando a su flora y marcando una terrible devastación con su paso aterrador. Sus aullidos se podían escuchar a través de la brisa, limpiando a su isla con una profunda agonía. Su enfado se había entrelazado con la tormenta y un viento enloquecido, brotando manantiales tempestuosos por todos los rincones del pequeño archipiélago. Durante su trayectoria, el cauce de todos los ríos y las lagunas se salió, despojando a muchos puertorriqueños de sus viviendas. Inundando a un montón de pueblos, una corriente de aguas salvajes se llevó consigo a objetos y animales. Mientras María arrancaba con una fuerza atroz los techos, las puertas y las ventanas de los edificios, los puertorriqueños sintieron al pánico metérsele por las venas de sus cuerpos, temiendo que ese fuera el último día de sus vidas. Largas horas envueltas entre suspiros agitados y súplicas transcurrieron, poniéndoles los pelos de punta el ojo catastrófico que masacró al país.

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Su huella desastrosa culminó al cabo de lo que pareció una eternidad, vistiendo a Borinkén con un manto negro. Demoliendo a los postes de luz, el sol se escondió con temor bajo las oscuras penumbras, fundiéndose la claridad entre una penitencia sin consuelo. Escuchándose llantos y lamentos a través de la distancia, la tristeza cubrió a nuestro pedacito de patria con un velo de luto, castigándola María sin clemencia. Regidos por un calor asfixiante que la tempestad provocó en toda la nación, la incertidumbre cambió el rumbo de todos, oprimiendo el corazón de la Isla bendita y cicatrizando el espíritu borinqueño. A pesar del trágico fenómeno que maltrató sin piedad a la tierra del edén, los puertorriqueños se unieron al prójimo, alimentando una nueva esperanza que surgió de sus bravos espíritus.

Aquellos que tenían generadores, le pasaron extensiones a sus vecinos para compartirla. El agua se convirtió en un elemento sagrado que aprendieron a valorar. Aunque muchos lo perdieron todo, supieron agradecerle a Dios que estaban vivos. Compartían la comida y sus techos generosamente con los más desafortunados. Durante las largas filas para comprar gasolina, comida o retirar dinero en los bancos, se miraban el uno al otro con una sonrisa mezclada de una complicidad y melancolía, reconociendo que jamás podrán olvidar aquella experiencia. A pesar de aquel desorden, agobio y pesadumbre por ver tanta devastación, a las semanas de lo que parecía una pesadilla incapaz de despertar, los ángeles comenzaron a rociar a la preciosa perla de los mares con una brisa refrescante, implantando en sus corazones una nueva esperanza.

Puerto Rico regresó a los tiempos del jibarito cuando la electricidad no existía en los montes. De noche, las flemas encendidas alumbrando a los hogares, danzaban con la música de percusión que llenaba el silencio. Las notas melodiosas de las guitarras, los cuatro, las maracas, los tambores y los güiros retumbaban más allá de un horizonte que plácidamente dormía entre un cielo que brillaba con más intensidad que nunca. El eco del jolgorio de los niños jugando se entrelazaba con las cantos de los adultos, arropando sus sueños una brisa de alivio y el plácido sonido del coquí. El hambre y la sed los enseñó a valorar el pan de cada día, compartiendo lo poco que tenían, y agradeciendo por la abundancia que enriquecía sus espíritus.

La oscuridad que reinaba cuando el sol descendía, plantó nuevos luceros en sus almas, aprendiendo que aunque fueran ricos, pobres, poderosos o débiles, todos pasaban por lo mismo. Percibiéndose una nueva hermandad, se unieron para juntos sanar la profunda cicatriz que marcó a la Isla del Encanto. Así como hace un siglo atrás nuestro querido jibarito amanecía con el canto del gallo, sintiéndose infinitamente orgulloso de ser hijo de Borinkén; con sus corazones en sus manos y sus frentes hacia adelante los sobrevivientes de María encontraron una nueva fortaleza que surgió del monstruoso temporal. La vida dejó de pasarles por ingrata, recordando que el 20 de septiembre pudo haber sido el último día de sus vidas.

by Jerry Valentín

A pesar de la masacre que dejó una multitud de árboles desprendidos, un sinnúmero de ruinas sin techos, y escombros que se ven por donde quiera; por obra de magia, la navidad llegó a Puerto Rico con un sentimiento mezclado de nostalgia y esperanza. La belleza natural de Borinkén y la alegría que nace del espíritu boricua ha comenzado a manifestarse en la naturaleza. Las aves emiten en sus cantos alabanzas que ofrecen paz y prosperidad. Las flores que sobrevivieron a María embriagan al ambiente con un una esencia embrujadora. La luz de las puestas del sol germinó en la vegetación, renaciendo de sus raíces una fuerza potente. La fauna ha regresado de sus escondites, arropando a la noche con sus cantos de cuna. Durante los apagones de luz, las estrellas resplandecientes descienden del cielo llenas de promesas, mientras la luna desvanece a las tinieblas.

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Después de limpiar a su tierra bendita, Atabey comenzó a sanarla con su magia gloriosa, premiándola con sus arco iris milagrosos. En cada corazón boricua una nueva lucesita se ha encendido, volviendo a surgir esa alegría tan particular que tanto los caracteriza. Agrandándose sus espíritus bondadosos, y agradeciendo el pan de cada día, ellos alzan sus brazos con júbilo y sus frentes bien en alto, sonriéndole a sus ángeles y afirmando con determinación que el nuevo Borinkén, la tierra del edén y del Altivo Señor; ¡SI SE LEVANTA!

Una Nueva Isla del Encanto

Cada vez que mi vuelo aterriza en la Isla del Encanto, yo me siento tan afortunada de poder regresar a mi lugar favorito de esta tierra. Mientras el avión comienza a descender, yo contemplo a través de la ventana a las olas espumosas chocar con las aguas cristalinas. Magnificente es una de las palabras que asalta mi mente, dándole las gracias a nuestra Madre Naturaleza por otorgarnos un lugar tan mágico y hermoso.

El Morro Fort by Jerry Valentín
El Morro Fort
by Jerry Valentín

Mientras la brisa juguetona se columpian entre los palmares, una melodía de tambores, maracas, güiros y cuatros acompañan a un grupo de locales que alegremente cantan. Allí parece que la gente baila en vez de caminar, moviendo sus cuerpos rítmicamente mientras sus pasos elegantes acentúan sus notas musicales.

Deleitada con la serenata de los coquíes que se escucha después de una breve llovizna, yo sé que estoy en mi Isla del Encanto. Sintiéndome libre e inspirada por el roce del ambiente tropical, justo antes de la puesta del sol, decido ir a la playa a caminar. “No puedes hacer eso.” Escucho a mi hermano decirme. Mi silencio desafía una explicación, insistiendo él que no es seguro. Mientras casi todos los puertorriqueños declaran que la economía cada vez está peor y que el crimen cada día escala más alto en Puerto Rico, mi mente retorna con nostalgia a aquellos días cuando yo era una niña y todo parecía ser tan libre y tan seguro. Cautivada por el momento cuando el candente sol magistralmente se sumerge en el océano, me siento tan contenta de estar allí mientras enfoco mi mirada en un cielo que está cubierto de pequeñas lucesitas.

Sunset at Crashboat in Aguadilla by Jerry Valentín
Sunset at Crashboat
in Aguadilla
by Jerry Valentín

La percepción que los nativos tienen sobre la isla ha cambiado tanto. En vez de declarar que las cosas cada vez están peor; ¿por qué no tratar de cambiar esa percepción? Si tomamos el tiempo para educarnos, así como a nuestro alrededor con la intención de crear una conciencia sana sobre lo que consiste en ser un verdadero boricua, podríamos hacer una gran diferencia.

La naturaleza humana siempre toma por ingrato lo que se convierte en una rutina. Para muchos de los nativos, la isla es simplemente un lugar típico y ordinario, y solamente muy pocos quieren tomar el tiempo para cuidarla. Los puertorriqueños hemos sido dotados con el legado que nuestros antecedentes, los indios taínos nos han dejado. Ellos honraban la isla, considerándola un paraíso hasta que los españoles la descubrieron. Ellos creían que ciertas áreas de la isla eran sagradas, ascendiendo sus mentes y sus espíritus a una dimensión donde ellos podían conectarse con sus seres divinos.

Sunset in Aguadilla by Jerry Valentín
Sunset in Aguadilla
by Jerry Valentín

En vez de criticar la situación actual social y económica, ¿por qué no te preguntas qué puedes hacer hoy para mejorar las condiciones de la isla?” Tal vez pienses que una persona no puede hacer una diferencia. Pero te aseguro que tu contribución podría ser de inspiración para otros, quienes desearían seguir tus acciones. Cada consecuencia es una reflexión de un pensamiento. Cambia tu percepción y verás los resultados. Tu tienes el poder para hacerlo.

A gift from Mother Nature
A gift from Mother Nature

¿Haz dado las gracias por los años consecutivos que Puerto Rico no ha sido tocado por un catastrófico huracán o terremoto? ¿Haz sentido júbilo durante esos atardeceres esplendorosos cuando el sol se esfuma en el cielo, permitiéndole a la luna luminosa que ilumine nuestras noches? ¿Haz sentido a los ángeles susurrar palabras de amor cuando la música de un coquí te brinda deleite?

¿Haz nadado en las aguas puras que los Taínos creían tener poderes curativos? ¿Haz estado en el Yunque y escuchado los zumbidos de la energía divina que fluye a través del bosque? Mientras tu escalas el pico más alto, vas a descubrir a los árboles diminutos y deformados transformarse en duendes que están manifestando su magia.

Las Ruinas by Jerry Valentín
Las Ruinas
by Jerry Valentín

La primera vez que los españoles llegaron a la península, ellos se refirieron a Puerto Rico como a la Isla del Encanto. En aquel entonces, la pequeña isla estaba rodeada de oro y piedras preciosas. Mientras los taínos respetaban y adoraban a su madre naturaleza, la ambición de los españoles los transformó en tiranos, aprovechándose de sus huéspedes nativos. A través de los siglos, en vez de evolucionar espiritualmente, como los Taínos, mucha gente se ha cegado.

Jerry Valentín
Jerry Valentín

Si sigues tomando la isla por ingrato e insistiendo que el ambiente cada vez está peor, tu estás contribuyendo a la deterioración de nuestra patria. Te suplico que nos unamos, como boricuas orgullosos que somos, para que hagamos una diferencia cambiando la conciencia de las masas. En pequeño paso positivo podría hacer una gran diferencia. Este mundo amás sería igual sin Puerto Rico. Gratitud hacia la isla, y sobretodo por ser boricua, debe ser el primer paso que puedes tomar para restaurar la moral colectiva de nuestra Isla del Encanto. Pequeñas acciones pueden milagrosamente atraer grandes resultados. Permite que la magia de nuestra patria te toque y compartiéndola, observa los resultados maravillosos.

Christmas in the Island of Enchantment

On a frosty dawn in December, when the sun began to shine the earth, I woke up to witness a shower of snow enveloping the ground with a pearly quilt. Mesmerized by the flow of snowflakes, I contemplated the naked trees getting dressed with an elegant white nightgown, adorning its bared branches with diamonds of crystallized flurries. Through the peace of the icy air, and the still of that morning, I heard; “pack your bags because you are spending Christmas in the Island  of Enchantment.”

A few days went by, and as I got busy, I forgot about the voice and those bags didn’t get packed. Surprisingly, I got an email in my inbox alerting me about a great airfare, and from that moment on, advertisements about Puerto Rico were bombarding me.

On Christmas Eve, I took a flight to Borinkén; also known as the Island of Enchantment because of its charm and magical places. On the way, I heard the same voice telling me; “Pay attention because, during these Christmas, I will take you to higher realms were its magic will transform you.” As a proud native, I love to visit Puerto Rico as much as I can; however, this invisible force was taking me to places I have never experienced before.

At the airport, among a group of local musicians, an old man playing a cuatro and singing an Aguinaldo, smiled at me. While I was getting my baggage, he approached me to say; “Mrs., they are waiting for you at El Yunque.” In that precise moment my shuttle arrived, having to leave the musician without a chance to ask him who.

El Morro Fort by Jerry Valentín
El Morro Fort
by Jerry Valentín

The refreshing breeze of La Noche Buena was flirting with the sparkling ocean waves while the island was inhaling an air of joy. To perpetuate the tradition our ancestors brought to our culture, a fiesta takes place every day with a parranda. The crystal and turquoise waters of the Caribbean Sea and the ancient castles of Old San Juan always feature on Christmas Day one of the most beautiful and magical holidays of this world.

Paseo de la princesa Steve Grundy
Paseo de la Princesa
Steve Grundy

As I went for a walk throughout Paseo de la Princesa, I saw a girl joyfully chasing the playful breeze. Intrigued, I asked her; “who are you following?
“The bright butterflies that are taking me to Baby Jesus,” She said while blissfully leaping.
“And where is Him?” I asked, joining her.
Raising her glowing turquoise eyes, she pointed to the sky to say; “there, do you see his eyes?”
As I saw two bright lights in the clear sky, she whispered; “the angels that live in the shimmering waters of Mosquito Bay told me to follow the butterflies.”

Inspired by her words, the next day, I took a ferry towards Viéquez Island. Also known as La Isla Nena, when I got there, I saw herds of wild horses freely mingling with the tourists and the natives. On that moonless evening, I glided in a kayak through the waters of Mosquito Bay. Surrounded by a universe of falling stars, I contemplated tiny fireballs that were floating with the ocean waves. A shower of shooting stars was sprinkling us while I jumped into the rich waters, perceiving the light of those angelic creatures that live down there.

by Andrea Massimini/Flickr
By Andrea Missimini

Meaning hope in English, I spent the next day in Esperanza. While I dined with the view of the dazzling sun graciously descending into the aquamarine bay, live music was vibrating with the picturesque town. As I watched with fascination a woman swinging her body with the rhythm of her intense spirit, she asked me to join her.
“You have wonderful energy,” I said to the cheerful woman.
“I just got back from La Isla Bonita. About 90 percent of the people who have chosen Culebra Island to be their home are angels in the form of humans.” She said, with the same light in her eyes as the little girl I saw in Old San Juan.

As I continued my journey towards Isla Bonita, when I got to the rural and colorful small island, I talked to as many locals as I could. While I asked each one of them; ‘what is the most important thing to you?’; I got the same answer from all of them in one simple word; “love.”

Remembering the words of the old musician at the airport, I decided to go back to La Isla Grande during the morning of December 31. At El Yunque, the only tropical rainforest in the United States, I went for a hike to El Toro, the highest peak of the mystical mountain. Throughout the hazy fog of the forest, I saw the Indian Taínos living in a parallel world.

Flamenco Beach Stephen Sproul
Flamenco Beach
Stephen Sproul

Welcoming me to their hidden paradise, I joined an areyto while they were sharing their wisdom. Assuring me they live within the puertorrican, they said; “When the Boricua spiritually wakes up, he can understand that his noble heart, high spirit, and keen mind are gifts he has inherited from us. As this invisible Wonderland becomes real to him, magic will always perpetuate in his life, and Christmas on the Island of Enchantment will bring him love and joy.”

May the spirit of the Indian Taínos will always bring you love and guidance. Merry Christmas!

View from the Dwarf Forest
View from the Dwarf Forest

Transforming your bedroom with Feng Shui

Having a good night sleep is essential to feel rested during the day. Creating a serene, sensual and beautiful atmosphere in your bedroom could be fun but challenging. While you may accomplish the look you desire, you may still feel restless and have a hard time falling asleep at night. A good Feng Shui bedroom should be a sanctuary, promoting a flow of healthy energy, while supporting your bed rest, and your connection to your partner and yourself. The following suggestions are highly recommended to help you turn your bedroom into the haven of your dreams.
pillar bed

1-) Place your bed diagonally opposite from the door. To make sure you get a great rest, this is the best place to give you a sense of safety and protection while you sleep. Putting your bed directly opposite from the door is known as the coffin. While you become vulnerable and fearful during your sleep, you don’t want your feet or head to face the door.

2-)Place your bed against a solid wall. Whether you are aware or not, Chi energy enters and leave through the windows and doors. While this position provides you good support during your sleep, you should avoid placing your bed directly under a window.

3-) Avoid water fountains, aquariums or wall art of water. Aquariums are used in Feng Shui to attract wealth. However, water empowers the fire element because of its continuous movement. Even though water symbolizes calmness, the element brings too much energy to a bedroom. Instead of placing a water fountain or your favorite wall art of a sunset over the ocean, save it for your living room, which could be a significant enhancement to the flow of the Chi energy. The art you choose for your bedroom should move you, representing inspiration, joy and peace.

4-) Avoid placing a bed on a wall shared by the bathroom. The enormous amount of rushing water directly from your bed can disrupt the Chi energy. If you don’t have another place for your bed, a wooden and sturdy headboard could help. You can also try placing your bed caddy corner.

5-) Keep live plants and fresh flowers out. Healthy, living plants can be very cleansing for the air; however, they can also generate too much energy. Place that big, healthy and beautiful plant in a lighted area away from your bedroom for optimum Chi energy.

6-) Avoid placing your bed under a beam of light. This can create a feeling of pressure, disrupting your sleep. If you cannot move the bed, a canopy is highly recommended or cover the beam with fabric.

7-) Avoid placing a mirror that reflects your body because it will deplete your personal energy. The only two places where you can hang a mirror in your bedroom are on the inside of your closet door, or on a wall that will show the door but not the bed.

😎 Keep electronic devices inside a cabinet with doors. Keep electronic devices inside a cabinet with doors. Electric and magnetic frequencies, known as EMF do emit some potentially harmful energy. A sleeping area needs to be free of these energy fields to restore the body and maintain optimal health. If you have televisions, computers, and other electronic devices make sure they are unplugged or inside a cabinet with doors while you sleep.

9-) Get rid of damaged or broken items. Even if they have a small crack, symbolically you are projecting that you are a broken person. Everything in Feng Shui is a reflection of ourselves. So for damaged items, either have them fixed or get rid of them.

10-) Avoid sharp corners that have much-pointed energy. These are known as “poison arrows” and can cause a feeling of uneasiness because they bring negative energy directly to your sleeping form. Instead, use your night stands, lamps or any other piece of furniture with soft lines and curves.

Los indígenos borinqueños

A través de nuestra historia, los crónicos e investigadores, concluyeron que nuestros antepasados indígnenos borinqueños, tuvieron una corta vida en la Tierra. Con el descubrimiento de Puerto Rico, en el 1493, los indios taínos le dieron la bienvenida a los españoles, creyendo que eran dioses. Años más tarde, precisamente en el 1508, con la llegada de Juan Ponce de León, estos supuestos dioses cometieron innumerables atrocidades, convirtiendo el paraíso de los taínos en un infierno e extinguiendo rápidamente a los indígnenos.

Durante los años prehistóricos, los aborígenes viajaron en canoas desde las Antillas Mayores hasta nuestras costas, descubriendo en la pequeña isla otros mundos muy avanzados. Aproximadamente 2,300 años atrás, los ignerus, un grupo indígena, altamente evolucionado llegó de Sur América. Compenetrándose esta cultura con los arahuaca, al cabo de los años, surgió la cultura taína, mostrando en sus costumbres religiosas y su mitología, una alta consciencia espiritual. Nombraron al pequeño paraíso que Puerto Rico representaba para ellos Borinkén, significando en su lengua, la tierra del Altivo Dios.

Agueybana with Ponce de Leon
Agueybana with Ponce de Leon

Honrando la comunicación que los indios taínos podían tener con los cuerpos astrales que transitaban en el paraíso de Puerto Rico, ellos también veneraban a Atabey, a quien llamaban la madre naturaleza. Veneraban a Yocahú, el Creador del universo y le temían a Juracán, el dios malévolo y creador de los desastres y las catástrofes.

Considerando un santuario el pico más alto del Yunque, los taínos creían que Yocahú reinaba allá, así como otros dioses de mundos universales. Entendiendo las leyes espirituales del universo, ellos sabían que su mundo externo era una reflexión del interno. A través de la comunicación y la dirección que ellos recibían de sus antepasados y de sus dioses, los taínos vivían pacíficamente en la isla.

Sol-taino-muse by Tanya Torres
Sol-taino-muse
by Tanya Torres

La mañana del 19 de noviembre del 1493 cambió el rumbo del curso de los taínos. Descubriendo Cristóbal Colón a Puerto Rico, ellos los recibieron amigablemente, creyendo que eran dioses enviados de otros mundos. Colón anotó en su cuaderno que los taínos eran indios exóticos, dotados de una belleza física en sus rasgos físicos. Su liso y grueso cabello compenetraba sus oscuros ojos, mostrando en el brillo de sus miradas sus espíritus evolucionados. Eran de cuerpos delgados y de estatura mediana. Tenían la piel bronceada y sus gestos faciales eran refinados, penetrando en sus oscuros ojos la sabiduría de sus almas. A través de su lenguaje, su naturaleza gentil era cautivadora.

Justo antes de que los españoles se apoderaran de la isla, alrededor de 40,000 taínos habitaron la isla. El cacique mayor, conocido como Agueybaná era respetado por su sabiduría y honor de hombre. Vivieron en una tribu que estuvo formada por nitaínos; guerreros y familiares del cacique. Los naboríes eran agricultores que seguían las órdenes del cacique. Cada tribu tenía un bohíque, la persona más importante después del cacique, quien era el chamán más sabio de la comunidad.

Expertos en la astronomía, la agricultura, las plantas medicinales, en la carpintería, la geografía, y como marineros, los taínos guiaron a los españoles a través del mar caribeño. Convencidos que los españoles tenían poderes sobrenaturales y eran seres avanzados, demostraron su hospitalidad abiertamente. A los pocos años, las acciones de los españoles contradijeron sus creencias; por lo tanto, para comprobar si realmente eran dioses, en el 1511 ahogaron a Diego Salcedo, un guerrero español, rebelándose a sus tiranías y declarándole la guerra a los soldados.

Petroglyph at Caguana Ceremonial Center
Petroglyph at Caguana Ceremonial Center

Durante la confrontación con los colonizadores de Ponce de León, Agueybaná fue asesinado, convirtiéndose la isla en un lugar de desesperación. La Tierra del Altivo Señor había sido invadida por el mal, intentando algunos taínos de esconderse dentro del bosque donde se sentían protegidos por Yocahú, y los españoles no llegaban a alcanzarlos. Otros taínos se fueron en canoas a las islas cercanas y los menos afortunados, cometieron el suicidio, prefiriendo sus muertes que vivir en aquellas condiciones tan lamentables.

Conocidos como jeroglíficos, los taínos nos dejaron, a través de su mitología unos símbolos misteriosos que tallaron en las piedras. Aunque los historiadores aseguran que los taínos aprendieron a defenderse de los aborígenes caribe, quienes eran caníbales y violentes, la explotación de los españoles fue más allá que la habilidad de sobrevivir sus abuso. Obligados a trabajar como mineros y tratados como esclavos; para el 1541 no quedaban ni 4,000 taínos en la isla.

Cinco años más tarde, los españoles transportaron a esclavos africanos para que trabajaran las minas y las tierras con los taínos, quienes en un corto plazo fueron contaminados de viruela, eliminando esta epidemia a muchos de los indios taínos.
La dieta de los taínos consistía en el cazabe, hecho de la yuca. También les gustaban la yautía, la batata y el maíz. Sus carnes favoritas eran el manatí, la tortuga, la iguana y el pescado de agua dulce.

Statue of Agueybana
Statue of Agueybana

Acostumbraban a pintarse la piel y adornar sus cuerpos con plumas de aves y caracoles para las ceremonias espirituales que llamaban areitos. Durante estas actividades, celebraban acontecimientos importantes con danzas y cantos.

En el 1898, cuando Estados Unidos adquirió a Puerto Rico, la cultura e historia de la isla estaba llena de palabras taínas que fueron incorporadas en el nombre de muchos pueblos, comidas, instrumentos, árboles y plantas. Dejándonos un legado en el arte, a través de sus artefactos, el cemí era una escultura sagrada para ellos porque abarcaba el espíritu de Yocahú y otros dioses.

Un siglo después de Colón descubrir a América, en el 1542, España oficialmente le otorgó la libertad a los pocos taínos que habían podido sobrevivir en la isla. Estos indígnenos orgullosamente se llamaron boricuas. Y aunque como digo al principio, muchos de nuestros historiadores declaran que la cultura taína desapareció muchos antes del que siglo 16 terminara; estudios recientes han comprado que la raza taína ha perpetuado. Descubriendo que el 61 % de los puertorriqueños tiene un ADN de origen indígena, argumentando este estudio que en vez de una extinción de los taínos, se pudo comprobar que fue un proceso de asimilación.